• Cova del Camp del Bisbe

1 Cova del Camp del Bisbe

Cova del Camp del Bisbe

Esta cueva está siendo excavada desde el año 2013 gracias a la financiación de la Fundación Mn. Bartomeu Oliver y el Ayuntamiento de Sencelles. Durante la primera campaña se han excavado unos primeros niveles muy removidos donde la aparición de restos cerámicos permiten avanzar que fue empleada y/o frecuentada desde época Naviforme hasta la actualidad.

sencelles época naviforme (1600-1050 a.c.)

Es en esta época cuando se documentan las primeras evidencias de poblamiento en Sencelles. Los poblados de navetas como los de Morelló Nou, Son Calussa, Son Fransoi o Son Caimari son buenos ejemplos. Su situación entre los torrentes de Sencelles y de Pina ofrecía prados muy irrigados que debían de ser clave para la agricultura y la ganadería.

Las navetas son viviendas construidas con piedras ciclopeas en seco y tejado de materiales perecederos. Tienen planta en forma de nave o embarcación, de aquí su nombre. Pueden encontrarse aisladas como las de Son Caimari o bien formando poblados como los de los Tres Pinos, Morelló Nou, o Son Calussa. En cada una de ellas vivía un grupo parental. El interior ofrecía un gran espacio sin compartimentaciones donde se realizaban diferentes trabajos: en la misma foganya se cocinaba, se cocían los recipientes cerámicos, se fundía bronce, se endurecian punzones de hueso, etc.

Los rituales funerarios se continuaron celebrando en cuevas naturales como la Cueva del Camp del Bisbe, pero lo más novedoso fue su modificación y la excavación de cuevas totalmente artificiales como la Cueva de Mariaina o la Cueva de la Vileta. A veces podían tener pequeñas cámaras laterales, como la Cueva de Sa Cuineta.

Gracias a las investigaciones en la Cueva des Càrritx en Menorca sabemos que cada cueva era empleada por hombres, mujeres y niños con vínculos parentales. La esperanza de vida rondaba los treinta años y la dieta se basaba en el consumo de productos de origen animal complementados con vegetales. El acceso al mismo ritual funerario por parte de hombres, mujeres y niños y la ausencia de evidencias de desigualdades en los poblados hacen pensar en comunidades regidas por los principios de la cooperación y la reciprocidad.